lunes, 28 de enero de 2013

Kevin Spacey en K-PAX (2001)


Kevin Spacey, la sonrisa de Mona Lisa presta y la leyenda de Keyser Söze todavía reciente, llena de redundante ambigüedad y misterio un papel escrito a su medida --aunque originario de un libro al parecer ofrecido previamente a otro actor…, uno que seguramente no imita a Chris Walken. Jeff Bridges es el otro peso pesado de la función, un psiquiatra que terminará por descubrir la identidad de este visitante escapado del set de The Day the Earth Stood Still --la de Michael Rennie, no la de Keanu, por favor. Lo cierto es que (sin revelar nada importante al lector que no hubiere visto aún la cinta) K-PAX puede decepcionar a quien desee respuestas claras y tajantes del tercer tipo. No por nada, finalmente, la desmesurada calidad dramática del héroe de American Beauty inyecta de vigor a una lección que, en otras circunstancias, habría caído en la obviedad de un magro juego de azulejos.

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