martes, 29 de diciembre de 2015

Ryan Gosling: Lars and the Real Girl (2007)

to C, my B

La presencia de un actor como Ryan Gosling es significativa en este film independiente, de igual manera que la de Michael Fassbender (su ocasional rival en las preferencias femeninas) en una película como Fish Tank: se trata, en ambos casos, de personajes más o menos reprochables que se ganan la simpatía del espectador por razones que tal vez no existirían a cabalidad de ser representados por otra clase de estrellas. El de Fassbender era un seductor bastante secundario en la trama narrada por Andrea Arnold, mientras que Gosling protagoniza esta historia de un hombre joven con ansiedad social, que se enamora de una muñeca tamaño natural y con las señas exactas de su mujer perfecta. Extraño, aun grotesco, pero también conmovedor.


Esta excelente comedia dramática cuenta, además de su guión original --con reminiscencias a priori de Grandeur nature, de Luis García Berlanga-- y psicológicamente penetrante, con imperdibles actuaciones del reparto: aparte de Gosling, inmenso en su rol, Paul Schneider brilla como Gus, su preocupado hermano mayor, enervado por la culpa y el compromiso en que lo coloca la incómoda situación, y Patricia Clarkson brinda seguridad en su sobrio papel como la psicóloga que atiende a Bianca, la pareja artificial de Lars. No obstante, es Emily Mortimer, como Karin, la dulce y maternal esposa de Gus, quien se robaría la función con su adorable trabajo. Algo muy difícil, por supuesto, cuando el talento de Gosling se encuentra a la altura de, sin duda, uno de sus retos histriónicos más demandantes hasta la fecha, tal vez la labor menos vanidosa de un intérprete frecuentemente --si no intencionadamente-- glamouroso cuya filmografía, sin embargo, incluye otros títulos igual de provocadores como The Believer (2001), All Good Things (2010) y Blue Valentine. Dirige con tino encomiable Craig Gillespie. 3.5/5

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