Fue, precisamente,
Quentin Tarantino quien recomendó a John Travolta que protagonizara esta
adaptación de una novela de Elmore Leonard inmediatamente después de la
imprescindible Pulp Fiction (1994). En el film que comentamos, Travolta es
Chili Palmer, un gangster que --como Vincent Vega-- colecta los dineros adeudados
a sus jefes; cuando uno de ellos muere, sus nuevos empleadores lo envían a Los
Angeles, y Chili no pierde el tiempo, haciendo realidad sus sueños de cinéfilo
al asociarse con un crepuscular director de cine B (Gene Hackman). Mientras
tanto, se sucede una red de intrigas al mejor estilo Leonard, por lo cual este
film resulta no una casual, sino una perfecta demostración de la influencia de
Tarantino y su imaginería pulp en las películas de aquellos ya distantes '90s;
además de ser la ideal companion piece de Pulp Fiction, no olvidemos la
adaptación que de Leonard llevó a cabo su entusiasta QT en la ya clásica Jackie
Brown (1997). James Gandolfini, Dennis Farina, Delroy Lindo, Rene Russo y Danny DeVito
(productor de este film como antes de Fiction) acompañan a Travolta en una
aventura que el divo aprovecha para autorreferirse, deconstruir su persona, e, incluso, parodiarse. Get
Shorty nos recuerda cuán importante es el tema del
respeto como nivelador del ego gangsteril --por supuesto, el cine de Scorsese es
todo un tratado sobre esto--, pura materia gaseosa y evanescente. Asimismo, y en otro plano, nos trae a la mente el díptico Godfather/Last Tango in Paris circa 1972-73 que encumbró a Brando por segunda vez en su carrera: casi veinte
años después de la también esencial Saturday Night Fever (y algunos menos desde
que Pauline Kael equiparase a Travolta con el mejor actor de la historia del ecran), Get
Shorty fue el último trabajo realmente fundamental en el resurgimiento de una
de las más grandes estrellas de Hollywood. La película: 4/5 El protagonista:
5/5
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