miércoles, 14 de marzo de 2012

Arte y ensayo de Kirsten Dunst


Musa de impertérrita belleza lunar, escandinava piel del apocalíptico díptico filmado por el esotérico Lars von Trier, la señorita Dunst se llama Justine (por Sade) pero podría llamarse Ophelia (por Shakespeare), su entrega literaria y literal una consagración en cuerpo y alma que acepta su colisión con la melancolía rezumando soberbia, sumisa y cósmica feminidad. 

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