viernes, 6 de agosto de 2010

Ann Sheridan


Pelirroja más atractiva ciertamente que, digamos, Rita Hayworth, y, por supuesto, mejor actriz que ésta, la figura de "la chica con sex-appeal" --"the Oomph Girl"-- es una de las más importantes en el cine del Hollywood de los 30s gracias a una interesante filmografía basada en una irrevocable voluntad de mostrar un talento que nunca llegaría a ser explorado del todo.

Tras una carrera como doble de cuerpo en Paramount, que la había descubierto en un certamen de belleza, Sheridan decidió olvidar sus frustraciones en los estudios Warner. Allí brindaría una genuina vulnerabilidad a verdaderos clásicos como Angels with Dirty Faces (1938) y They Made Me a Criminal (1939), protagonizados por estrellas que eran primeramente actores. Sheridan era la única estrella femenina que podía compartir un plano con James Cagney sin ser opacada dramáticamente, al contrario.

Por eso es que, por ejemplo, el propio Cagney eligió a Sheridan para su ambiciosa producción de City for Conquest en 1940. Aunque el filme, con Arthur Kennedy, Elia Kazan y Anthony Quinn entre otros grandes, no satisfizo a nadie, la actriz entregó un personaje pleno de emotiva intensidad y madurez creativa que por sí mismo justifica el visionado y el recuerdo de este melodrama musicalizado por Max Steiner alla George Gershwin.

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