Skin Deep (1989) --conocida por estos lares como El mujeriego-- es una película dirigida por Blake Edwards (The Pink Panther, 1963) y protagonizada por aquel formidable actor que fue John Ritter. Película más que inteligente, está orientada por el camino de la comedia adulta, que tan familiar le era a Edwards, pero sin caer en la grosería o vulgaridad que tan fácilmente ostentan producciones en apariencia afines.
Un escritor de renombre entra a una etapa difícil en su vida: su esposa lo deja, no puede resistirse a ningún lío de faldas, y se precipita hasta el fondo del alcoholismo. Con este duro argumento, el también realizador de Days of Wine and Roses (1962) hace una de sus mejores cintas. Una de las virtudes centrales --si no la virtud central-- de Skin Deep es la presencia de Jack Ritter en el rol principal. La naturalidad de su actuación contribuye a la riqueza de la producción de un modo total e incuestionable. En sus manos, ese mujeriego incurable compromete inevitablemente nuestro afecto.
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