viernes, 5 de marzo de 2010

Clift



El mundo sigue confundido. Si hay un Rebelde, ése no es Jimmy Dean, que es otra cosa y mucho más compleja; ni Brando, que en la fundacional Un tranvía llamado Deseo (A Streetcar Named Desire, 1951) representa más bien a la sociedad contra la cual atenta la sola y desvalida presencia de Vivien Leigh. En cambio, Monty Clift, el olvidado recluta boxeador y trompeta de la cinta De aquí a la eternidad (From Here to Eternity, 1953), es la definición personificada de la rebeldía, aunque pertenezca a un grupo --el ejército-- que halla en él a uno de sus miembros más devotos. (De ahí, quizá, la absoluta soledad que Dean encuentra.)

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